Sin querer no pude más. Una noche de fiebre que me sentí débil, emocional y nostálgica te escribí. Sin excusas. Fui directa a hacer el pedido que tanto me costaba expresar "por favor bloqueame" y el sin razón de mi sentir más obscuro que tanto me esmeré en ocultar se deslizó en el mismo mensaje "no consigo dejar de stalkearte".
- Yo también te extraño
Pues joder, ni que fueras el último hombre en la Tierra para reaccionar a eso! Y mis dedos teclearon un tanto más de lo necesario. Volví a dejar en claro que no creo que seamos el uno para el otro. Ya hubo mucho dolor en la relación. Luego casi 1 hora de intercambio de stickers. Y la fiebre que me seguía subiendo y delatando. Ya ni siquiera lo dejaba en visto sino que le respondía de inmediato. Joder. Es una droga hablar contigo. Estúpido insomnio. Pesadillas a tu lado donde corro a abrazarte y llenarte de besos me aterran. No debo volver sobre mis pasos. No se ha dado cuenta de lo tóxicos que hemos sido. Necesita crecer y madurar por su cuenta. Sanar esas heridas y conocer a quien esté dispuesta a llevarle el mundo a sus pies. Que consiga emocionarlo hasta las lágrimas y terminen fundidos en un abrazo eterno de amor.
Mierda, ahí voy otra vez.
Soy mi propio obstáculo.
Mi peor pesadilla.
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